Colección: Pablo Bruera
Nace en Montevideo, Uruguay en 1972.
Vive en Caracas, Venezuela desde 1974 hasta 1984 cuando regresa con su familia a Uruguay. Su contacto infantil con la obra de los artistas cinéticos venezolanos tendrá una posterior influencia en su obra.
Con quince años publica su primer dibujo de prensa. Su labor como ilustrador de periódicos y revistas se extiende hasta el 2001. Dibujante, grabador, pintor y escultor; es en esta última disciplina donde incorpora el movimiento a sus piezas de sólido lenguaje constructivo.
Si Cruz-Diez y Soto provocan la ilusión del movimiento, Calder se sirve del viento en sus móviles y Tinguely de motores y engranajes, Pablo Bruera necesita al espectador para mover y modificar sus esculturas. Sin la participación del espectador la obra queda incompleta. Al invitar a tocar, a modificar, invita también a pensar, a mirar con ojos de escultor la obra que se está alterando.
Un juego donde roles, formas y planos se superponen.
Las esculturas monumentales expuestas en el espacio público son la quinta esencia de su propuesta interactiva. Llevar el arte a pie de calle, al alcance de la mano de todos, es también una declaración de principios.
Sus obras cinéticas se han movido por diferentes calles, colecciones, fundaciones, museos y galerías de España, Uruguay, Brasil, Francia, Austria, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.