TODO EL CIELO SERA TUYO - Ilustraciones de Begmont

TODO EL CIELO SERA TUYO - Ilustraciones de Begmont

Escrito por Alberto Menéndez (Avilés, 1972) e ilustrado por Begmont (Gijón, 1975), el cuento Todo el cielo será tuyo narra la amistad entre un pájaro enjaulado y el niño que lo libera, acompaña y guía hasta que aprende a volar, un vínculo inmediato desde el que ambos hallan su propio espacio disfrutando de la compañía.

 

Todo el cielo será tuyo  

 

Antoine, que no sale de casa sin sus guantes de fregar, se siente cómodo en la tienda de antigüedades que acaba de descubrir, pero lo que verdaderamente llama su atención es un pájaro encerrado en una carísima jaula. El animal no está en venta, al contrario que los artículos que lo rodean, pero tampoco tiene un gran vínculo con su circunstancial dueña y, cuando conoce al niño, no duda en marcharse con él.

 

 

El pájaro, que lleva toda su vida en la jaula y todavía no sabe volar, iniciará así su proceso de aprendizaje de la mano de Antoine, quien, aunque no lo parezca, necesita al animal en la misma proporción. Los dos protagonistas, explica el autor, “se parecen más de lo que podría parecer a priori. Aunque pertenezcan a diferentes especies hay muchas cosas que los unen. La conexión entre ambos se crea en las primeras líneas de la historia, y aunque todo parece apuntar a que es el pájaro el que necesita al niño para lograr su fin, realmente los dos se necesitan mutuamente”.

 

 

Para mí, comenta Begmont, ilustradora del libro, “es una historia de amor, de alguien que guía a otro en su camino a crecer, a aprender a volar solo, respetando los tiempos y acompañando con cariño ese proceso”. La autonomía, añade, “es muy necesaria a la hora de afrontar los problemas de la vida, pero puede que no la hayamos adquirido para eso o puede que, en un momento dado, no tengamos las fuerzas necesarias, así que, en ese caso siempre es necesario que nos guíen con paciencia, cariño y comprensión”.

 

 

Es muy probable que el pájaro pudiera aprender por sí solo, o que Antoine creciese de manera casi idéntica sin haber conocido al pájaro, pero ambos procesos serían menos gratificantes. “Incluso las cosas que podemos hacer solos saben mejor compartidas”, asegura Alberto Menéndez. “El trabajo en común que llevan a cabo los protagonistas de la historia es importante, pero lo realmente maravilloso es el vínculo que se crea entre ellos. Quizá podrían haber llegado al mismo desenlace siguiendo cada uno su propio camino, pero su viaje no habría sido tan emocionante ni tan placentero”.

 

 

Porque, según el autor, a veces “nos cuesta ver las cosas realmente importantes”, debido a que nos distraen asuntos más triviales o a que no sabemos mirar en la dirección adecua- da. Esta es una historia, recuerda, “que nos invita a buscar esas cosas importantes y a mirar hacia arriba, hacia el cielo, a romper la tendencia tan extendida en nuestros días de mirar hacia abajo, que nos aísla y deshumaniza”.

 

Todo el cielo será tuyo

 

En un álbum infantil ilustrado, la buena sintonía entre ilustraciones y textos es indispensable, y en este caso alcanza un vínculo todavía más especial. Alberto Menéndez seguía con interés, desde hacía años, la obra de Begmont como pintora, y cuando le propuso trabajar en un proyecto en común, el entendimiento fue inmediato.

“Para mí era un auténtico sueño que ella ilustrara el libro”, confiesa el autor. “Sabía que el resultado iba a gustarme, pero nunca imaginé que tanto… Creo que Belén se enamoró del texto con la misma intensidad con la que yo me enamoré de sus ilustraciones desde la primera prueba que vi, y definitivamente ese amor entre letras e imágenes se traduce en unas páginas, desde un punto de vista artístico, maravillosas”.

“Cuando Alberto me contactó contándome un poco el proyecto”, explica la ilustradora, “ya sabía que me iba a gustar, y así fue. Cuando leí el texto la primera vez, me llegó mucho, me emocionó y, lo mejor de todo para un ilustrador, enseguida visualicé cómo podría ser”. “Yo había leído el anterior libro de Alberto y me había encantado, y él seguía mis trabajos, con lo cual, yo pienso que somos un poco como Antoine y el pajarillo, que emprendimos juntos este viaje de volar con el proyecto”.

Y es que este no es el primer libro de Alberto ni tampoco la primera vez que publica con Delallama, ya lo hizo en 2017 con "La historia de la estrella que no tenía puntas..." y su versión en asturiano, un cuento muy ligado a su hija.

“Desde el momento en que escribí La historia de la estrella..., un libro estrechamente vinculado a mi hija, supe que su hermano no tardaría en reclamar el suyo”, explica el autor. “Al igual que había hecho con ella, cuando él me pidió que le escribiera un cuento, le pregunté de qué quería que tratara su libro. “De un niño que enseña a volar a los pájaros”, me dijo, y en ese momento comenzó a gestarse Todo el cielo será tuyo”.

 

Todo el cielo será tuyo

 

Para ilustrar la historia de Alberto, Begmont tuvo en cuenta el carácter liberador de la obra, por eso eligió un color verde intenso en el entorno hermético y cargado de la tienda de antigüedades, “donde casi no hay hueco ni para el texto”, dice, para ir introduciendo el color blanco a medida que los protagonistas se alejan del comercio y “todo se vuelve más despejado y ligero”. El resultado es un libro infantil que ya vuela solo y que está en las librerías en sus dos versiones, en castellano y asturiano.

 

Texto: Pablo Fraile Dorado 

 

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