Heridas que tocan el corazón
Serie Mapping-me, 64 x 75 cm., mixta (tintas, lápiz y Decadry) sobre papel.
El trabajo de María Ortega Estepa pone en cuestión la idea de naturaleza como algo atemporal, dominada por un significado personal y un trabajo a partir de relatos de personas mayores que les hablan de la vida. A través de diversas series de que la autora realiza a lo largo de estos últimos seis años e íntimamente ligadas entre sí, ahora plantea una nueva cartografía donde la mirada al paisaje natural se multiplica a través de diversos trayectos.
El árbol sigue siendo un icono presente en su trabajo: desde las panorámicas de bosques espesos, al micropaisaje con un trabajo de introspección que hoy domina su propuesta o su micromundo cargado de vivencias, ha ido transformando su manera de entender el arte respondiendo al nuevo modo en que se relaciona con la naturaleza.
A través de elementos vegetales, enraizados umbilicalmente en la tierra, Ortega no hace sino revivir su vida, reforzar lazos con sus seres queridos, con el entorno familiar que la cobija. El recuerdo de la infancia, a buen seguro el leitmotiv que impulsa toda su obra, encuentra en este icono su máxima expresión por lo que en él hay de testigo mudo de cosas innumerables.